carpeta anti derrame Kezver

Residuos peligrosos, en el dinámico y a menudo complejo panorama industrial, su manejo adecuado,  emerge como una prioridad ineludible. No se trata solo de cumplir con normativas legales, sino de una cuestión fundamental para la salud pública, la protección del medio ambiente y la sostenibilidad operativa de cualquier empresa; pueden presentarse en forma sólida, liquida o gaseosa. La gestión ineficiente o irresponsable de estos residuos puede acarrear consecuencias devastadoras, desde la contaminación de suelos y aguas hasta graves afectaciones a la salud de los trabajadores y multas cuantiosas para las compañías.

La Naturaleza de los Residuos Peligrosos Industriales

Para comprender la magnitud del desafío, es crucial definir qué se considera un residuo peligroso. En términos generales, son aquellos materiales, desechos o subproductos de procesos industriales que, debido a sus características físicas, químicas o biológicas, presentan un riesgo significativo para la salud humana o el medio ambiente si no se manejan de forma adecuada. Es fundamental identificar correctamente los residuos peligrosos para poder manejarlos adecuadamente. La identificación de estos residuos implica conocer sus propiedades y clasificar adecuadamente los materiales según su peligrosidad. Esta clasificación es esencial para determinar los métodos adecuados de almacenamiento, transporte y eliminación, garantizando así que se minimicen los riesgos para la salud y el medio ambiente.

Estas características incluyen:

  • Toxicidad: La capacidad de causar daño o enfermedad al entrar en contacto con organismos vivos, ya sea por ingestión, inhalación o absorción cutánea. Pueden ser tóxicos agudos (efectos inmediatos) o crónicos (efectos a largo plazo, como carcinogenicidad, mutagenicidad o teratogenicidad).
  • Inflamabilidad: La facilidad con la que un material puede arder o incendiarse. Esto incluye líquidos inflamables, gases combustibles y sólidos que pueden encenderse espontáneamente.
  • Corrosividad: La capacidad de un material de corroer o disolver otros materiales, como metales o tejidos orgánicos, al entrar en contacto con ellos. Esto se asocia generalmente con ácidos y bases fuertes.
  • Reactividad: La tendencia de un material a reaccionar violentamente o explosivamente con otros materiales bajo ciertas condiciones (por ejemplo, con agua, calor o presión), liberando gases tóxicos o generando explosiones.
  • Infectividad: La presencia de agentes patógenos que pueden causar enfermedades infecciosas en humanos o animales, común en residuos generados en establecimientos de atención de salud.

Las industrias son grandes generadoras de una vasta gama de residuos peligrosos. Ejemplos comunes incluyen aceites lubricantes usados, solventes, pinturas, baterías, productos químicos de laboratorio, metales pesados, lodos de procesos industriales, y una variedad de subproductos de manufactura. Cada uno de estos residuos exige un enfoque de manejo particular, adaptado a sus propiedades y riesgos específicos.


Marco Normativo y Responsabilidad Industrial

La gestión de residuos peligrosos no es una opción, sino una obligación legal. En Chile, por ejemplo, el Decreto Supremo N° 148 del Ministerio de Salud (DS 148) es la normativa clave que regula el manejo de residuos peligrosos. Este decreto establece un marco integral que abarca desde la identificación y clasificación de los residuos hasta su almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final. Además, el Decreto Supremo N° 594 sobre condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de trabajo, también tiene pertinencia en la gestión interna de estos residuos.

Las empresas que generan residuos peligrosos están sujetas a una responsabilidad extendida del productor (REP), lo que significa que son responsables de la vida útil completa de sus productos y sus residuos asociados. Esto impulsa a las industrias a adoptar prácticas de economía circular, buscando reducir la generación de residuos desde la fuente, reutilizar materiales y reciclar cuando sea posible.

El cumplimiento de estas normativas es fiscalizado rigurosamente y las sanciones por incumplimiento pueden ser severas, incluyendo multas significativas, paralización de operaciones e incluso penas de prisión en casos de daño ambiental grave. Más allá de las implicaciones legales, el buen manejo de residuos peligrosos mejora la imagen corporativa, reduce costos operativos asociados a limpieza de derrames y accidentes, y promueve un ambiente de trabajo más seguro.


Pilares del Manejo Seguro de Residuos Peligrosos

Un sistema de manejo de residuos peligrosos efectivo dentro de una industria se basa en varios pilares fundamentales:

1. Identificación y Clasificación

El primer paso crucial es identificar y clasificar con precisión todos los residuos generados. Esto implica conocer su composición, sus características de peligrosidad (inflamabilidad, toxicidad, corrosividad, etc.) y su origen dentro del proceso productivo. La Norma Chilena NCh 2190 Of. 2003 o la que la reemplace, establece los criterios para la identificación y etiquetado de estos residuos. Una clasificación errónea puede llevar a un manejo inadecuado, aumentando los riesgos.

Además, la Ley 20.920 ha establecido como “productos prioritarios”: 

  • Neumáticos
  • Envases y Embalajes
  • Aceites lubricantes
  • Baterías
  • Aparatos eléctricos y electrónicos
  • Pilas

Varios de estos productos, como los aceites lubricantes usados y las baterías, son considerados residuos peligrosos y, por lo tanto, su manejo está sujeto tanto a la Ley REP ( Ley 20.920) como al DS 148. La Ley REP busca fomentar la prevención en la generación de residuos, el reúso, el reciclaje y otras formas de valorización, minimizando la cantidad de residuos que llegan a disposición final.

2. Reducción en la Fuente

La estrategia más efectiva es la prevención. Minimizar la generación de residuos peligrosos desde el origen reduce drásticamente los riesgos y costos asociados a su manejo. Esto puede lograrse a través de:

  • Optimización de procesos: Mejorar la eficiencia de los procesos productivos para reducir la cantidad de subproductos peligrosos.
  • Sustitución de materiales: Reemplazar sustancias peligrosas por alternativas menos nocivas o no peligrosas, siempre que sea técnicamente factible.
  • Manejo de inventarios: Evitar el almacenamiento excesivo de productos químicos y materias primas para reducir la caducidad y el riesgo de derrames.

3. Almacenamiento Temporal Seguro

El almacenamiento temporal de residuos peligrosos es una fase crítica. Las instalaciones deben estar diseñadas para contener cualquier fuga o derrame, ser impermeables, techadas para proteger de la intemperie, contar con ventilación adecuada y estar alejadas de fuentes de ignición o cuerpos de agua. Los contenedores deben ser compatibles con el tipo de residuo, estar en buen estado, cerrados herméticamente y claramente etiquetados con la identificación del residuo y sus características de peligrosidad. Además, es fundamental asegurar la compatibilidad entre los residuos que se almacenan juntos para evitar reacciones peligrosas. El Decreto 148 establece directrices claras sobre las condiciones de almacenamiento, incluyendo el uso de pallet para elevar los contenedores y la disponibilidad de materiales absorbentes.

4. Manipulación y Transporte Interno

La manipulación de residuos peligrosos requiere personal capacitado y el uso de Equipos de Protección Personal (EPP) adecuados (guantes, gafas, mascarillas, trajes especiales, etc.). Durante el transporte interno, se deben evitar derrames y asegurar que los contenedores estén bien sellados. La infraestructura del lugar de trabajo debe permitir un tránsito seguro.

Como forma de manipulación segura, el uso de carpetas anti derrame hechas con PVC ignífugo por la empresa Kezver Chile se ha posicionado como una herramienta efectiva. Estas carpetas, fabricadas a medida de los requerimientos del cliente, son 100% impermeables y están diseñadas para contener todo tipo de fluidos o sólidos, evitando que contaminen el medio ambiente. Su confección con membranas de PVC ignífugo, y su borde perimetral con alma en espuma flexible de alta densidad, facilitan su manipulación y transporte, proporcionando una solución robusta y flexible para la contención de líquidos en áreas de riesgo. Al desplegarlas bajo contenedores, maquinarias o durante transferencias de líquidos, estas carpetas actúan como una barrera de contención inmediata, minimizando la propagación de un derrame y los riesgos asociados.

Para evitar derrame de líquidos Kezver Chile
Carpeta Anti Derrame Kezver Chile

5. Tratamiento y Valorización

Antes de la disposición final, los residuos peligrosos pueden ser sometidos a diversos tratamientos para reducir su peligrosidad, volumen o para recuperar materiales. Esto puede incluir:

  • Tratamientos físico-químicos: Neutralización, precipitación, oxidación-reducción, etc., para alterar la composición del residuo.
  • Tratamientos biológicos: Degradación de componentes orgánicos por microorganismos.
  • Incineración: Destrucción térmica de residuos, a menudo recuperando energía, pero requiriendo un control estricto de emisiones.
  • Solidificación/Estabilización: Incorporación de residuos en una matriz sólida para inmovilizar contaminantes y reducir su movilidad.
  • Valorización: Procesos de reciclaje o reutilización que permiten reintroducir los materiales peligrosos (o sus componentes) en la cadena productiva, como el reciclaje de baterías de plomo o la regeneración de aceites usados.

6. Disposición Final Segura

Para aquellos residuos que no pueden ser tratados o valorizados, la disposición final debe realizarse en instalaciones autorizadas, como rellenos de seguridad o confinamientos especializados. Estos sitios están diseñados para evitar la migración de contaminantes al medio ambiente y son sometidos a un monitoreo continuo. Es fundamental que la empresa contratante se asegure de que el gestor externo cumple con todas las normativas y tiene las licencias necesarias.


Capacitación y Cultura de Seguridad

Un pilar transversal a todas las etapas es la capacitación constante del personal. Todos los trabajadores que manipulan o están expuestos a residuos peligrosos deben recibir formación regular sobre:

  • Identificación de riesgos.
  • Procedimientos de manejo seguro.
  • Uso correcto del EPP.
  • Protocolos de emergencia y respuesta a derrames.
  • Normativas legales y políticas internas de la empresa.

Fomentar una cultura de seguridad y responsabilidad ambiental es esencial. Esto implica no solo la capacitación, sino también la comunicación efectiva, la supervisión continua y el reconocimiento de buenas prácticas. Los trabajadores deben sentirse empoderados para reportar condiciones inseguras o incidentes, y la empresa debe demostrar un compromiso genuino con la mejora continua.


Auditorías y Mejora Continua

La gestión de residuos peligrosos no es un proceso estático. Requiere de auditorías internas y externas periódicas para evaluar la eficacia de los procedimientos implementados, identificar áreas de mejora y asegurar el cumplimiento normativo. Los hallazgos de estas auditorías deben traducirse en planes de acción concretos y en la actualización de los protocolos y políticas de la empresa. La implementación de sistemas de gestión ambiental (SGA) como la ISO 14001puede ser de gran ayuda para estructurar este proceso de mejora continua y demostrar el compromiso de la organización con la sostenibilidad.


Conclusión

El manejo de residuos peligrosos en las industrias es un desafío complejo pero ineludible. Requiere de un enfoque holístico que abarque desde la reducción en la fuente y el almacenamiento seguro hasta el tratamiento, valorización y disposición final adecuada. La adopción de tecnologías y herramientas especializadas, como las carpetas anti derrame de PVC ignífugo, sumado a un marco normativo robusto y un firme compromiso con la capacitación y la cultura de seguridad, son elementos clave para proteger la salud de los trabajadores, el medio ambiente y la reputación de la empresa. Al invertir en una gestión de residuos peligrosos eficiente y responsable, las industrias no solo cumplen con sus obligaciones legales, sino que también construyen un futuro más seguro y sostenible para todos.

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